Ahorro de agua y energía en procesos de limpieza y desinfección de la industria alimentaria

En el mercado alimentario actual la eficiencia de los procesos productivos es un factor esencial para que los elaboradores puedan ofrecer al mercado un producto competitivo, con las máximas garantías de seguridad y de calidad para el consumidor final.

La limpieza y desinfección forman parte integral del sistema productivo de una industria alimentaria, siendo necesario que los procesos de higienización diseñados e implantados en la planta de procesado ofrezcan la máxima efectividad, y así garantizar un producto final seguro. A su vez, los procesos de limpieza y desinfección deben ofrecer la máxima eficiencia, teniendo en cuenta factores como el coste aplicativo, el consumo de agua y energía y el tiempo que requiere la ejecución de dichos procesos.

Factores del proceso de limpieza y desinfección

La eficacia de un procedimiento de limpieza viene determinada por diversos factores:

• Temperatura.
• Acción química.
• Acción mecánica.
• Tiempo de contacto.
• Tipo de agua.

Herbert Sinner, en la década de los cincuenta, determinó que estos factores están relacionados entre sí y estableció un diagrama circular en el que todos ellos están en equilibro. La modificación de uno de ellos repercute directamente en los otros y es por ello que todos deben nivelarse correctamente si queremos garantizar un proceso de limpieza y desinfección eficiente.

El agua es el recurso principal del proceso de limpieza y desinfección de la industria alimentaria. Se utiliza en las fases de prelavado y enjuague y actúa como vehículo de las soluciones detergentes y desinfectantes, siendo el componente mayoritario y suponiendo hasta el 95 % de dichas soluciones. El principal reto de la industria es la optimización del uso de agua sin poner en compromiso el resultado final del proceso y garantizando una higienización que cumpla con los más altos estándares.

Optimización del proceso de limpieza y desinfección

Históricamente, Proquimia ha definido su estrategia de diseño de producto con el objetivo de optimizar los procesos de limpieza y desinfección. Con este fin, la reducción de los consumos de agua, energía y tiempo empleados en dichos procesos ha sido un factor determinante. Ejemplos de esta estrategia son la tecnología film y la tecnología de fase única, que permiten una significativa reducción de los consumos de agua, tiempo y energía dedicados a los procedimientos de limpieza y desinfección.

Con la situación de emergencia hídrica que actualmente afecta a gran parte de la península Ibérica, sobre todo en las cuencas internas de Catalunya y del Guadalquivir, pero también en otras cuencas de la península y zonas del Mediterráneo, estas tecnologías cobran especial relevancia.

Soluciones para el ahorro de agua y energía

Ante este escenario, y con el fin de fomentar el uso de tecnologías dirigidas al ahorro de agua y energía en los procesos de limpieza y desinfección de la industria alimentaria, Proquimia ha definido los siguientes ejes de actuación:

• Uso de tecnología de prelavado de enjuague rápido.
• Uso de productos de fase única para procesos de OPC y CIP.
• Instalación de sistemas automáticos de limpieza.
• Equipos para la optimización de enjuagues en procesos CIP.
• Uso de productos de bajo impacto medioambiental.
• Uso de desinfectantes “No Rinse”.

Prelavado de enjuague rápido

La tecnología de prelavado de enjuague rápido tiene como objetivo reducir el tiempo y el consumo de agua de una de las fases más críticas del proceso de limpieza y desinfección de superficies abiertas, el enjuague inicial. En industrias de procesado cárnico y de pescado, la carga orgánica de la instalación tras el proceso productivo es muy elevada, por lo que se requiere gran cantidad de agua para eliminar por arrastre estos restos orgánicos y dejar las superficies listas para la aplicación del detergente.

La aplicación de un producto específico para el prelavado previo al enjuague inicial, como el VIXPLUS, en combinación con una fase única de limpieza y desinfección, logra reducir hasta un 50 % el tiempo necesario para ejecutar el proceso, con el consiguiente ahorro de agua y energía.

Productos de fase única para procesos OPC y CIP

La tecnología de fase única permite prescindir de las fases de aclarado intermedio y de desinfección en los procesos L+D. Los detergentes-desinfectantes como VIXCLOR ULTRA o ASEPVIX, para superficies abiertas, y ECOPLUS D o DESOCAL AG para circuitos, son productos de fase única, con registro plaguicida HA, que gracias a su alta capacidad detergente y desinfectante posibilitan el diseño de protocolos de limpieza y desinfección de solo tres etapas:

Aclarado inicial -> Detergencia+Desinfección -> Aclarado final

Eliminando las fases de aclarado intermedio y de desinfección, reduciremos significativamente la cantidad de agua y energía necesarias para llevar a cabo la higienización en planta.

Sistemas automáticos de limpieza

La utilización de sistemas automáticos en etapas críticas del proceso de limpieza y desinfección, como el aclarado de cintas de transporte, reduce la gran variabilidad asociada al factor humano, permitiendo reducir significativamente el consumo de agua y mano de obra. Además de la perfecta repetibilidad que garantiza la automatización, la elevada eficacia de estos sistemas permite reducir el caudal de aclarado entre un 30 y un 50% respecto al caudal medio de aclarado de los sistemas habituales de alta presión.

Equipos de optimización de enjuagues en procesos de limpieza CIP

La instalación de elementos como medidores de turbidez para sistemas de limpieza CIP permite optimizar enormemente las recetas de los procesos de limpieza y desinfección, reduciendo la cantidad de agua necesaria para garantizar el completo aclarado del circuito, optimizando las interfases y acortando los tiempos de limpieza, con el consiguiente ahorro en energía, producto químico y agua.

Productos con menor impacto medioambiental

El uso de productos detergentes y desinfectantes de bajo impacto ambiental permite reducir la carga contaminante vertida en las EDAR, facilitando así su rendimiento y reduciendo los costes asociados al tratamiento de aguas residuales. Para detergentes, la certificación EU Ecolabel garantiza que los productos han sido desarrollados para cumplir las máximas exigencias de sostenibilidad, en términos de biodegradabilidad, ecotoxicidad y toxicidad.

Desinfectantes “No Rinse”

El uso de desinfectantes interfase que no requieran aclarado, como los productos ASEPCOL PLUS o ASEPCOL WHO, con registro biocida PT4, permite conseguir ahorros de agua y tiempo en los procedimientos de desinfección de superficies abiertas en la industria alimentaria.

Para conseguir el éxito, la aplicación de los ejes de actuación anteriores debe ir acompañada de otras actuaciones de vital importancia, como son:

• Formación de los operarios de limpieza.
• Mantenimiento del buen estado de las instalaciones y los utensilios de limpieza y desinfección.

Sin un control adecuado de estos factores, cualquier otra medida de ahorro de agua y energía pierde eficacia; operarios que no conocen correctamente los procedimientos, boquillas en mal estado o inadecuadas, fugas en los circuitos de limpieza, etc. suponen un sobreconsumo que debemos corregir antes de implantar el resto de medidas.

Conclusión: un enfoque global para la optimización de procesos de limpieza y desinfección

Los procedimientos de limpieza y desinfección originan un elevado consumo de agua, tiempo y energía en la industria alimentaria. Es de trascendental importancia que estos procesos estén debidamente optimizados y adaptados a las necesidades reales de higiene de cada tipo de industria e instalación.

Proquimia ofrece una amplia gama de tecnologías dirigidas a conseguir la máxima optimización de los procesos de limpieza y desinfección de la industria alimentaria. La combinación de estas tecnologías, con un adecuado mantenimiento de las instalaciones y una correcta formación del personal, permitirá  reducir el consumo de agua, energía y mano de obra, y al mismo tiempo garantizar los niveles de higiene del proceso y, por consiguiente, la máxima seguridad y calidad de los alimentos elaborados.