Higiene de las ubres antes y después del ordeño

En las explotaciones ganaderas productoras de leche, la implementación de apropiadas prácticas de higiene de las ubres, antes y después del ordeño, es un aspecto de trascendental importancia para asegurar la máxima calidad de la leche, preservar la salud del ganado, evitando la propagación de enfermedades e infecciones mamarias, y garantizar la máxima seguridad de los consumidores con un producto totalmente inocuo.

Estas prácticas de higiene cobran aún más importancia ante las recientes normativas comunitarias dirigidas a favorecer un uso limitado de medicamentos antibióticos en explotaciones ganaderas, que pretenden minimizar el desarrollo de resistencias antimicrobianas.

Las buenas prácticas dirigidas a mantener las ubres y los pezones en óptimas condiciones dérmicas e higiénicas ayudan a prevenir la aparición de lesiones cutáneas en el pezón y evitan la propagación de agentes patógenos, disminuyendo la incidencia de infecciones causantes de casos de mastitis y garantizando la bioseguridad de la explotación. De esta forma, se favorece una mayor producción y calidad de leche, la disminución del consumo de medicamentos y, en definitiva, una mayor rentabilidad para la explotación ganadera.

Higiene de las ubres antes del ordeño

Un factor determinante para conseguir unos pezones en buenas condiciones de higiene, no solo radica en una limpieza de los pezones justo antes de la rutina de ordeño, sino en evitar que estos se ensucien durante la fase de estabulación. La rutina de acondicionamiento de la ubre antes del ordeno puede cambiar radicalmente en función de si los animales entran a la zona de ordeño con los pezones limpios o sucios.

Para mantener los pezones limpios, es imprescindible mantener la zona de reposo en unas buenas condiciones higiénicas. Para conseguir este objetivo, la instalación de cubículos ofrece las mayores garantías, evitando que las vacas se tumben en zonas dónde la carga bacteriana puede ser particularmente alta.

La rutina a utilizar para la preparación de los pezones, también dependerá de otros factores, como: tipo y tamaño de la explotación, cantidad y calidad de la mano de obra, tipo de instalación de ordeno, estado de la ubre y necesidades de desinfección y acondicionamiento de la piel, tiempo disponible y costes.

La principal función de la rutina de acondicionamiento de los pezones previa al ordeño es la de garantizar que la extracción de la leche se realice a través de unos pezones totalmente libres de suciedad y adecuadamente desinfectados, minimizando riesgos de contaminación de la leche extraída.

Cuando la ubre y los pezones presentan niveles bajos de suciedad, se podrán utilizar las siguientes rutinas:

• Pre-dipping o baño de pezones antes del ordeño. Se realiza por inmersión del pezón en un producto desinfectante, aplicado en forma líquida o de espuma (mediante vasos o copas). Consiste en sumergir el pezón parcial o totalmente en una solución de producto desinfectante, dejar transcurrir un tiempo de contacto, y secar con papel o trapo limpio y seco. El tiempo óptimo de actuación suele estar entre 30 y 60 segundos. Con tiempos cortos, se dificulta la correcta acción del desinfectante para eliminar los microorganismos existentes sobre la piel del pezón, y con tiempos más largos, podemos perder la acción de la oxitocina, que es tan importante para obtener buen rendimiento del ordeño.

El producto desinfectante también puede aplicarse por pulverización, seguido de la misma rutina anterior que garantiza el correcto tiempo de actuación y secado.

• Desinfección con toallita de papel desechable o toallas de papel, impregnadas con una solución de producto desinfectante.

Si los pezones llegan sucios al ordeño, se deberá previamente realizar una etapa de limpieza, con un trapo individual impregnado con una solución de producto detergente, seguida de alguna de las rutinas que hemos descrito para pezones limpios. Para esta etapa de limpieza, se utiliza un paño individual para cada animal, humedecido con una disolución detergente. Por un lado del paño se limpian los pezones, se escurre, y por el otro lado, se secan.

Para conseguir la máxima higiene de los paños reutilizables, se recomienda que estos sean lavados y desinfectados en lavadora automática, y seguidamente secados con secadora automática.

Higiene después del ordeño

Finalizado el ordeño y una vez retiradas las pezoneras, los pezones son tratados mediante la aplicación de un producto desinfectante, ya sea por inmersión (con vaso o copa) o por pulverización. Esta práctica reduce el riesgo de infecciones causadas por la entrada de microorganismos presentes en la superficie del pezón, que pueden colonizar la glándula mamaria a través del canal del esfínter del pezón, que permanece abierto una media hora después del ordeño.

Aplicando un producto desinfectante con ingredientes dermoprotectores, conseguimos diluir los restos de leche, eliminar los agentes patógenos de la piel del pezón, desinfectar pequeñas heridas que pueda haber y mantener la piel en buenas condiciones de elasticidad, después del trabajo a que se ha sometido el pezón durante el ordeño. La aplicación del producto deberá recubrir, al menos, un 66% de la superficie del pezón.

El uso de productos desinfectantes viscosos con efecto filmógeno, que forman un film permanente sobre el pezón, garantizan un sellado que permanece de ordeño a ordeño, pudiendo ser de gran utilidad en explotaciones dónde las condiciones de higiene no son suficientes y existe una alta carga de patógenos ambientales.

Al finalizar el ordeño, para favorecer una correcta formación de la capa barrera del producto desinfectante y evitar que los pezones se ensucien cuando el esfínter está aún abierto, es recomendable dar de comer a los animales, pues evita que los animales se tumben y se dañe la capa de producto recién aplicado.

Buenas prácticas de higiene

Las rutinas de tratamiento de las ubres antes y después del ordeño deben estar debidamente complementadas por unas meticulosas prácticas de higiene, que garanticen la máxima calidad de la leche y la salud de los animales.  

A continuación, se detallan algunos de los factores más importantes a tener en cuenta:

• Los vasos (o copas) aplicadores de productos desinfectantes deberán estar en buen estado de conservación y ser limpiados frecuentemente. Nunca se verterá el producto sobrante del vaso aplicador al envase original. Los vasos aplicadores con sistema “antirretorno”, que evitan la mezcla del producto que ya ha entrado en contacto con el pezón con el producto fresco, son la opción más recomendable.
• Los productos desinfectantes seleccionados deberán estar debidamente registrados o notificados, cumpliendo el marco normativo comunitario (Reglamento 528/2012 de Biocidas).
• El personal encargado de realizar las operaciones de ordeño debe seguir estrictas prácticas de higiene personal, y utilizar guantes de látex o de nitrilo para realizar las operaciones.
• Se debe minimizar el uso de agua en la sala de ordeño, puesto que el agua es un excelente vehículo de transmisión para los microorganismos. En todo caso, los pezones deberán estar totalmente secos antes de colocar las pezoneras.
• La sala de ordeño debe mantenerse limpia, desinfectada y aireada constantemente. Se deben implantar protocolos de limpieza y desinfección regular de los equipos y del área de ordeño para prevenir la contaminación cruzada.
• La explotación ganadera debe estar correctamente dimensionada y diseñada para que los animales dispongan de un encamado de calidad, para aumentar su confort y disminuir la suciedad de las ubres.

El adecuado diseño e implantación de todas las prácticas higiénicas descritas permitirá obtener una producción de leche de la máxima calidad y eficiencia, mejorando la salud y el bienestar de los animales y, en definitiva, ayudando a lograr la máxima rentabilidad de la explotación ganadera.

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