Lavado de ropa a baja temperatura

Introducción

La creciente concienciación de la sociedad frente a la necesidad de conservar nuestro planeta está impulsando importantes cambios de hábitos, dirigidos a un uso más responsable y sostenible de los recursos disponibles. El gran consumo de agua y energía asociado a nuestras prácticas diarias contribuye significativamente al impacto medioambiental, utilizando cantidades insostenibles de recursos naturales y generando la emisión de contaminantes atmosféricos (CO₂).

Los procesos de lavado de ropa son grandes consumidores de agua y energía, por lo que el desarrollo de nuevos sistemas de lavado concebidos para trabajar a bajas temperaturas tendran un gran efecto para la reducción del impacto mediambiental.

“Si todos los habitantes de Europa redujeran sólo 3ºC su temperatura media de lavado de ropa, se ahorraría la electricidad anual equivalente al consumo de una población de mas de 300.000 habitantes.” ⁽¹⁾

Proceso de lavado de ropa

El lavado de ropa es el proceso de limpieza en el cual se pretende eliminar eficazmente la suciedad adherida a los tejidos.

En un proceso de lavado, la eliminación de suciedad se consigue mediante la combinación y optimización de los cuatro siguientes factores, que influyen de forma directa al proceso de limpieza: Acción Química, Acción Mecánica, Temperatura y Tiempo. Estas cuatro variables se esquematizan en el diagrama de Sinner.

Según el diagrama de Sinner, para un proceso de limpieza determinado, cuando una de las cuatro variables es modificada, debe ser compensada por las otras, con el fin de lograr mantener resultados de limpieza equivalentes.

La temperatura es, por lo tanto, uno de los parámetros fundamentales del proceso de lavado, no solo influyendo a nivel de detergencia, sino a muchos otros efectos asociados:

En los procesos de lavado de ropa, la forma más recomendable de compensar la disminución de la Temperatura es modificando la variable de la Acción Química, utilizando detergentes especialmente desarrollados para trabajar a bajas temperaturas. Por lo contrario, no se recomienda intensificar la Acción Mecánica (rotación del tambor, frotar antes del lavado a máquina, …), ya que siendo excesiva, puede llegar a alterar las características de los tejidos, deteriorando su aspecto (pérdida de color, generación de frisado) y acortando su vida útil, ni el Tiempo, para no reducir la eficiencia del proceso.

Lavados a baja temperatura

La necesidad de reducir el consumo energético asociado a los procesos de lavado de ropa ha conllevado el desarrollo de nuevos sistemas de lavado, con capacidad de eliminar la suciedad a baja temperatura, en cortos ciclos de lavado, con el menor consumo de agua y ofreciendo la máxima protección de los tejidos.

Estos sistemas de lavado se basan en productos detergentes enzimáticos, combinados con agentes blanqueantes especialmente desarrollados para trabajar a bajas temperaturas.

Detergentes enzimáticos

Los Detergentes enzimáticos incorporan enzimas que actúan como catalizadores en la eliminación de la suciedad de origen biológico, tal como sangre, leche, huevos, salsas, entre otros. Facilitan la rotura de estas moléculas de suciedad en fragmentos de menor tamaño, más solubles, y así, más fáciles de eliminar mediante el baño de lavado.

Las enzimas más utilizadas en detergencia para el lavado de ropa son:

• Proteasas: Enzimas que actúan específicamente frente a manchas de origen proteico. Por ejemplo: sangre, carne o hierba.
• Amilasas: Enzimas que actúan específicamente frente a manchas de almidón. Por ejemplo: patata, arroz, pastas, o papillas.
• Lipasas: Enzimas que actúan específicamente frente a aceites y grasas de origen vegetal y animal.
• Mananasas: Enzimas que actúan frente a manchas de chocolates, espesantes, salsas, entre otras.
• Pectinasas: Enzimas que actúa frente a manchas de tomate, plátano, yogurt, etc.

Adicionalmente, también se utilizan las Celulasas, que actúan frente a las fibras de algodón para mejorar el grado de blanco de los tejidos y eliminar la formación de “peeling”.

Por lo tanto, además del efecto específico y selectivo sobre el tipo de suciedad para la cual están diseñados, los enzimas permiten obtener un efecto sinérgico a nivel de detergencia primaria y secundaria, mejorando la eliminación de otros tipos de manchas de origen muy diverso.

Agentes blanqueantes a baja temperatura

Los agentes blanqueantes son compuestos químicos oxidantes que actúan eficazmente contra manchas sensibles a la oxidación, tales como el vino, el té o café, aportando además una mejora del grado de blanco a los tejidos (especialmente para textiles de algodón). Adicionalmente, su gran capacidad oxidante, permite obtener un efecto antibacteriano, reduciendo la carga de microorganismos y garantizando la máxima higiene los tejidos.

El cloro (hipoclorito sódico-lejia) ha sido uno de los blanqueantes químicos mas utilizados históricamente, y aún sigue teniendo un gran uso, debido a su bajo coste y a su gran poder blanqueante a bajas temperaturas. Sin embargo, el cloro presenta grandes inconvenientes; sólo es aplicable para ropa blanca y, debido a su alto poder oxidante, es especialmente agresivo frente a los tejidos, reduciendo su vida útil. Como alternativa al cloro, para ropa de color, se ha utilizado ampliamente la oxidación mediante el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), solo efectivo a temperaturas superiores a los 70ºC, y con un elevado coste energético asociado.

Para dar respuesta a la creciente tendencia de lavado a baja temperatura, durante los últimos años se han desarrollado nuevos agentes blanqueantes, activos a temperaturas bajas (alrededor 40º-50ºC), tales como: Ácido Peracético, Percarbonato Sódico (activado con TAED) o Perácidos Orgánicos (como el ácido ftaloimidoperoxihexanoico -PAP-). Todos ellos, permiten obtener excelentes resultados de blanqueo y eliminación de manchas a bajas temperaturas, garantizando la máxima protección de los tejidos y aportando un efecto antibacteriano extra al proceso de lavado.

Conclusiones

La necesidad de reducir el consumo energético asociado a los procesos de lavado de ropa ha conllevado el desarrollo de nuevos sistemas de lavado, con capacidad de eliminar la suciedad a baja temperatura, en cortos ciclos de lavado, con el menor consumo de agua y ofreciendo la máxima protección de los tejidos

Para mantener el nivel de detergencia del proceso, la reducción de la temperatura se ha compensado mediante al desarrollo de detergentes específicamente formulados para trabajar a bajas temperaturas, basados en la combinación de tecnología enzimática y nuevos agentes blanqueantes oxigenados, que trabajan sinérgicamente en un ciclo de lavado con el fin de alcanzar el máximo nivel de detergencia y devolver el grado de limpieza e higiene original a los tejidos.

Referencias bibliográficas:

https://iprefer30.eu