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Limpieza a baja presión: ventajas frente a la alta presión

Para la limpieza de superficies abiertas en la industria alimentaria (OPC – Open Plant Cleaning) esta generalizado el uso de equipos para la aplicación de detergentes en forma de espuma. Dentro de esta gama de equipos, los sistemas que aportan más ventajas son los sistemas de limpieza a baja presión.

En contraposición con los equipos de limpieza de alta presión, que trabajan a 100-150 bares, los sistemas que utilizan agua alrededor de 20 bares de presión, se denominan sistemas de baja presión.

Son equipos específicamente diseñados para poder aplicar sobre las superficies los cuatro factores necesarios para una correcta limpieza que detalla el diagrama de Sinner.

  • Tiempo
  • Temperatura
  • Acción química
  • Acción mecánica

Las instalaciones de limpieza y desinfección a baja presión constan básicamente de unidades centrales que contienen una bomba centrífuga vertical que produce y envía agua a aproximadamente 20 bares de presión a distintas unidades satélites, ubicadas en distintos puntos de las zonas productivas. Los satélites realizan la dilución de los productos utilizados para la limpieza y desinfección a la dosis de uso, permitiendo seleccionar diferentes funciones de trabajo: limpieza, desinfección, enjuagues, etc.

En la ilustración adjunta se puede observar una instalación formada por una unidad central con punto de limpieza y dos satélites alimentados con el agua a presión de la central:

instalación limpieza baja presión

En el ejemplo anterior, los tres satélites aspiran y diluyen el producto químico de forma individual (sistemas descentralizados), pero existen sistemas centralizados que realizan la dilución con unidades centrales ubicadas fuera de las salas productivas, enviando la dilución de producto químico al punto de aplicación a dosis adecuada:

Los procesos de limpieza y desinfección OPC se realizan normalmente en 5 fases:

  1. Enjuague inicial
  2. Aplicación Detergente (limpieza en forma de espuma, utilizando aire)
  3. Enjuague intermedio
  4. Aplicación Desinfectante (desinfección por pulverización)
  5. Enjuague final

Los equipos de baja presión permiten realizar las 5 fases del programa de limpieza de forma efectiva, rápida, sistemática, fiable, cómoda y económica, ahorrando mucha mano de obra.

La tecnología de baja presión ofrece significativas ventajas frente a los sistemas de alta presión y, claro está, muchas mayores prestaciones que el uso de agua a presión de red (3-5 bar habituales en los puntos de agua de las fábricas de alimentos o bebidas).

CARACTERÍSTICAS DE LOS SISTEMAS DE LIMPIEZA A BAJA PRESIÓN

Mayor caudal de agua

Pruebas realizadas por el Norwegian Research Institute SINTEF muestran que con la limpieza a baja presión casi el doble de caudal de agua (exactamente un 84%) alcanza al objeto/superficie a limpiar, frente a la limpieza a alta presión:

El mayor caudal de agua aplicado sobre el objeto/superficie permite reducir significativamente el tiempo de limpieza, aumentando la velocidad de eliminación de los residuos depositados. Aunque pueda significar una contradicción, el efecto producido por el incremento de caudal reduce el consumo total de agua, ya que este rinde mucho más.

Mayor impacto del chorro de agua en superficie

Pruebas realizadas por SINTEF muestran que, cuando se utiliza agua a baja presión, se logra un mayor impacto del chorro en la superficie:

Los resultados demuestran que, al enjuagar desde 5 distancias diferentes, el impacto del chorro de agua en la superficie es en promedio un 22% mayor que el enjuague con alta presión.

Un mayor impacto del chorro de agua provoca que los residuos se desprendan más fácilmente (debido al aumento de la acción mecánica), ahorrando tiempo en los procesos de limpieza.

Mayor área de impacto del chorro de agua

Las pruebas realizadas por SINTEF muestran claramente que el área de impacto del chorro de agua es más grande en una limpieza a baja presión frente a una limpieza a alta presión:

Como se muestra en el gráfico anterior, la diferencia en el área de impacto aumenta a medida que aumenta la distancia a la superficie.

El área de impacto es de gran importancia para obtener la máxima eficiencia del proceso de limpieza, ya que permite cubrir un área más grande con un lapso de tiempo más corto.

Mejor transmisión de calor: menor caída de temperatura

Las pruebas realizadas por SINTEF también muestran que, gracias al mayor caudal de agua, la limpieza a baja presión genera una transferencia más eficiente de la energía térmica del agua sobre la superficie, en comparación con la limpieza a alta presión:

La diferencia de temperatura ya es significativa a distancias de aplicación de 25 cm, aumentando a medida que aumenta la distancia a la superficie. A una distancia de 60 cm, la diferencia en la caída de la temperatura es de hasta 13,5 ºC.

La temperatura es un factor muy importante para poder conseguir la adecuada fluidificación de la grasa y así eliminarla de las superficies. Una caída rápida de la temperatura conlleva una menor capacidad para disolver la grasa, prolongando así el tiempo de limpieza y disminuyendo la eficiencia del proceso.

Por lo tanto, para mejorar la eficiencia de la limpieza es importante tener en cuenta que, según las pruebas realizadas por SINTEF, los sistemas de limpieza a baja presión ofrecen el mejor rendimiento a distancias entre 25 cm y 50 cm de la superficie.

Para conseguir esta distancia recomendada, los equipos se pueden equipar con muchos tipos de accesorios, como boquillas con diferentes caudales y ángulos de aplicación o lanzas de diferentes longitudes.

ventajas de la limpieza a baja presión

Reducción de aerosoles

Los aerosoles pueden permanecer en el aire durante varios minutos. Las gotas más finas se dispersan, pudiendo contaminar áreas no contaminadas. En caso de que los aerosoles generados contengan y transporten microorganismos procedentes de superficies contaminadas, se denominan bioaerosoles.

La generación de los bioaerosoles en la industria alimentaria puede originarse durante el proceso de producción, pero su principal formación ocurre durante el proceso de limpieza y la desinfección.

También hay que prestar especial atención a los aerosoles generados por la pulverización de detergentes y desinfectantes, ya que estos forman pequeñas gotas que se esparcen en el aire y se inhalan fácilmente, aumentando el riesgo de provocar deficiencias o enfermedades respiratorias al personal aplicador.

Las pruebas realizadas por SINTEF muestran claramente que la limpieza con una unidad de limpieza a baja presión reduce la cantidad total de partículas en el aire en al menos un 50% en comparación con la limpieza a alta presión:

Con la limpieza a baja presión, las gotas que se forman son más grandes, cayendo más rápidamente y reduciendo así el riesgo de dispersión en el aire y de contaminación cruzada:

alta presicón vs baja presión

 

Salud y seguridad empleados

El procedimiento de limpieza y desinfección mediante sistemas de baja presión mejora las condiciones laborales de los usuarios si los comparamos con los sistemas de alta presión, ya que:

  • Se producen menos vibraciones en las mangueras
  • El nivel de ruido es inferior a 70 dBa
  • Se reduce el riesgo de impactos accidentales de los empleados por escape de manguera

La limpieza con sistemas de alta presión puede dar lugar a que el personal de limpieza desarrolle el síndrome de vibraciones en manos y brazos (HAVS, por sus siglas en inglés). Se trata de una lesión causada por la exposición continua a las vibraciones de herramientas manuales o maquinaria tales como amoladoras, lijadoras de discos, lijadoras orbitales aleatorias, etc. También pueden causar el síndrome de los "dedos blancos", trastorno vascular que afecta a los vasos sanguíneos de los dedos. Los síntomas graves incluyen el desvanecimiento de las puntas de los dedos, en uno o más dedos.

La utilización de sistemas de baja presión de agua elimina este problema, ya que el nivel de vibración de la mano es inferior a 2,5 m/s2.

BENEFICIOS DE LOS SISTEMAS DE LIMPIEZA A BAJA PRESIÓN

Como resultado de las excelentes características que ofrecen los sistemas de limpieza a baja presión, se consiguen los siguientes beneficios:

  • Significativa reducción de tiempo de limpieza.
  • Reducción consumo de agua y químicos.
  • Mejor transmisión del calor: ahorro energético.
  • Menos desgaste en equipos de proceso y superficies.
  • Bajo mantenimiento y requerimientos de servicio.
  • Mejora del ambiente de trabajo: salud y seguridad laboral.

CONCLUSIONES

Los sistemas de limpieza y desinfección de superficies abiertas ofrecen, frente a los sistemas de alta presión, las siguientes ventajas:

  • 84% más de caudal de agua sobre la superficie
  • 22% mayor impacto del chorro de agua sobre la superficie
  • 39-62% mayor área de impacto del chorro de agua (dependiendo de la distancia a la superficie).
  • mayor transmisión de la temperatura a la superficie.
  • Reducción de los aerosoles
  • Disminución de riesgos laborales: vibraciones, ruidos, impactos, etc.

La utilización de sistemas de limpieza a baja presión garantiza un excelente rendimiento de los procesos de limpieza y desinfección de superficies alimentarias, asegurando la máxima seguridad alimentaria.

Todas estas ventajas han conllevado un extenso uso de los sistemas de limpieza a baja presión por parte de la industria alimentaria.

PROQUIMIA, con más de 50 años de experiencia en el sector de la higiene, dispone de una amplia gama de equipos de limpieza a baja presión (SPIT FOAM System), diseñando y ejecutando proyectos personalizados según las necesidades de cada instalación de la industria alimentaria, y auditando su correcta implantación, para verificar la correcta aplicación de los procesos de limpieza y desinfección, y así garantizar la máxima seguridad alimentaria.

Nota: Estudio SITEF - información facilitada por SYSTEM CLEANERS

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